Soñé con tus labios
besando dulcemente los míos;
pero no los uses para recordarle.
Fue un instante como agua
que llega y tragas como miel
anega y mata.
Fue la luz del alba
entrando por las comisuras
y la marejada que se aleja
arrastrando a su paso mis manos
tu cintura y la clara noche
que se pierde y nos
reclama.